ALFREDO GÓMEZ CERDÁ
Era la montaña más alta de la cordillera. ¡Y bien orgullosa que estaba de serlo! Como era una montaña generosa dejaba que muchos animales viviesen en sus faldas. Félix, el pastor, se refrescaba la cara en una fuente que allí había. Dicen que nadie ha visto nunca sonreír a una montaña, pero es seguro que esta lo hacía. Un día comenzaron a llegar enormes máquinas? La temática ecológica vuelve a conmover al pequeño lector, en estas dos nuevas propuestas de la serie DICHOSOS HUMANOS, en las que se nos presenta una naturaleza generosa, que, por un lado, de tanto dar finalmente, se queda sin recursos y, por otro se muestra amable frente al hombre.